Hace apenas unas semanas Sergio García firmaba otra excelente posición en el US Open, quinto de nuevo, para demostrar que es un excelente jugador y que siempre o, casi siempre, está ahí.
Este año su balance en los Majors no es nada malo. Tras estos dos quintos puestos, terminó trigésimo cuarto en el Masters -el major que menos le gusta- y una vez más ha dejado claro en un torneo de esta envergadura que tiene calidad y clase más que suficiente para estar ahí y luchar alguna vez por una victoria y lograrla como hoy le ha pasado, con cuarenta años -siete más que Sergio-, al sueco Henrik Stenson.
En cuanto al resto de los españoles, haciendo un balance a vuela pluma de lo que hemos visto esta semana en Royal Troon, este tiene que ser positivo. Hasta el corte fallado por Fernández hay que verlo con buenos ojos. Él mismo ha dicho que ha sido una gran experiencia para él y que jugando en el último partido del viernes y en las condiciones que le tocaron, “pasar el corte habría sido un milagro”.
Otro novato en el Open Championship ha sido Jon Rahm. El de Barrika ha logrado pasar el corte en su primera participación en el torneo con más solera del mundo y eso no está nada mal. A Rahm hay que dejarlo tranquilo, que vaya a su ritmo y esperar sólo a que haga cosas buenas. Cualquiera, es cierto, habría deseado que Rahm hubiera luchado por la victoria y hubiera estado en los primeros puestos de la tabla, pero el Quickens Loans no es el Open Británico. Tiempo al tiempo que el vizcaíno nos dará muchas alegrías.
Muchas también, que no lo dude nadie, nos traerá el canario Rafa Cabrera Bello, que en su mejor año como profesional va a jugar los cuatro Majors, los cuatro Campeonatos del Mundo, los Juegos Olímpicos y, si todo sale bien, la Ryder Cup. Hoy terminó trigésimo noveno, pero su evolución está siendo excelente y le veremos mucho más arriba en el ranking mundial en no mucho tiempo.
Y del “Pisha” que decir. Pues eso. ¡¡Ole, Ole y Ole!! Un año más entre los mejores y demostrando que si no ya en el European Tour, en el Champions Tour tienen un diamante en bruto que estará a la altura de una carrera en el máximo nivel que ha sido ejemplar.