Una de las tradiciones más importantes del Masters de Augusta es, sin duda, la Cena de Campeones que se celebra cada martes de la primera semana de abril, dos días antes de que empiece la competición y en el que participan, además del ganador del año anterior –que organiza la cena y el menú- los ganadores de los Masters anteriores. Todos llegan de punta en blanco y con una única prensa obligatoria, la famosa Chaqueta Verde que distingue a los ganadores de cada una de las ediciones.
Una tradición que puso en marcha uno de los grandes nombres del golf mundial, Ben Hogan, que en 1952 instauró dicha cena –entonces comida- en la que se encargó absolutamente de todo, desde las invitaciones hasta la elaboración del menú. Según han ido pasando los años, la comida pasó a cena y los menús han variado, pasando desde las típicas hamburguesas al delicado Sushi.

También es cierto que los ganadores invitados a la cena no están obligados a cenar lo que sugiere el campeón del año pasado. El Augusta National tiene preparados, por si acaso filetes, pollo y algo de pescado.
Este año el anfitrión de la cena del jueves fue el inglés Danny Willet, ganador en 2016 que ofreció a sus invitados una comida tradicional británica. El menú de Willet empezó con mini tarta de cabaña (similar a pastel de pastor pero hecho con carne en vez de cordero). El entrante: un tradicional "asado de domingo" (costillas, patatas asadas y verduras, pudín de Yorkshire) y para postre, pudin de manzana y crema de vainilla. Para termina, café y té con queso inglés y galletas, además de una selección de vinos británicos.
Entre los menús más espectaculares destacamos tres de ellos, el del fidjiano Vijai Singh, ganador en 2000 que presentó el siguiente menú: Mariscos tom kah, curry de panang de pollo, vieiras al horno con salsa de ajo, parrilla de cordero con salsa kari amarilla, filete al horno de lubina chilena con salsa de tres sabores chili y sorbete de litchi; el de Phil Mickelson en 2005 compuesto por raviolis de langosta en salsa de crema de tomate, ensalada de César y pan de ajo y el de Chema Olazábal que en 1995 sirvió Paella, merluza además de tapas típicas vascas y vino blanco.