El Zika, y algunos casos de dopaje van ha hacer que los juegos de Río de Janeiro, en los que el golf será protagonista 112 años después, tengan muchas bajas. Además de Adam Scott, Jason Day, número 1 del mundo, o Rory McIlroy, deportistas como Stephen Curry, María Sharapova o Stefan Küng no lucharán por las medallas este mes de agosto por diferentes razones: el miedo al zika, el dopaje y las lesiones han hecho que la nómina de grandes estrellas del deporte se vaya reduciendo casi cada semana en la lista de posibles inscritos a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
El último en hacer saltar las alarmas ha sido una de las grandes estrellas del deporte mundial, el velocitas Usain Bolt que está a la espera de saber a ciencia cierta el alcance de su lesión y saber si finalmente podrá defender las medallas de oro que ya consiguió hace cuatro años en los 100 metros lisos y en los 200 metros.
Sin duda el gran azote de estos Juegos está siendo y da la sensación de que lo será casi hasta el comienzo de los mismos el virus Zika. El famosos virus transmitido por los mosquitos ha echado atrás a muchos golfistas, entre ellos las estrellas mundiales Rory McIlroy, Jason Day, actual número uno del mundo, Adam Scott y otros muchos que no acudirán a Río a pesar de tener opciones de clasificarse entre los 60 primeros de la lista de la federación Internacional de golf, entre ellos Graeme McDowell, Charls Schwartzel, Branden Grace, Marc Leishman o Vijay Singh. Precisamente, Australia tiene que buscar nuevos representantes y el turno le llega ahora a Scott Hend y Marcus Fraser, números 75 y 81 del mundo.
Además del colectivo de los golfistas, el baloncesto profesional americano ha tenido también muchas bajas y la mayoría de sus estrellas han decidido no acudir a Río con el equipo estadounidense, pero las más destacadas son las de los protafgonistas de las finales de los Play-offs de esta temporada, Stephen Curry y LeBron James, que adujeron motivos personales para justificar su ausencia, además de Kobe Bryant, que acaba de retirarse de las canchas. Tampoco jugarán el brasileño Thiago Splitter, por una lesión, o el argentino Pablo Prigioni, que anunció su renuncia a la selección nacional a última hora.
En el capítulo de lesionados el francés Teddy Tamgho, plusmarquista de triple salto, que se ha fracturado el fémur, o de la australiana Sally Pearson, campeona olímpica de los 100 metros vallas, que sufre una lesión en los isquiotibiales no podrán llegar a la cita cuatrienal.
Tampoco lo harán el ciclista suizo Stefan Küng, campeón mundial en 2015 en la prueba de persecución, que sufrió una fractura en la clavícula al caerse durante una contrarreloj y dejará cojo al equipo helvético, que era un firme candidato a las medallas.
En el capítulo de dopaje, el caso más grave, porque afecta a un mayor número de competidores, es el del equipo ruso de atletismo, cuya participación ha sido vetada en bloque por la Federación Internacional de Atletismo (IAAF).
El dopaje también afecta a otra rusa de fama mundial, la tenista Maria Sharapova, que ha sido suspendida de las competiciones durante dos años por haber dado positivo en un control que le fue efectuado el pasado 26 de enero, durante la disputa del Abierto de Australia.