Ya decía en las previas que no quiería presiones. Rory McIlroy ha comenzado con cierta tranquilidad, una calma que le ha servido para no precipitarse en un día de ida y vuelta. 70 golpes que le dejan con -2 en el Top ten y a tres golpes de la cabeza.
Primero salía con un birdie al 2 que fue eclipsado por bogey en el 4. Sin embargo, la velocidad decrucero seguía activa, y dos birdies en el 7 y en el 9. Sin embago la segunda vuelta fue más inestable. Un bogey en el 11 dio paso a un eagle en el 13 y un birdie en el 15, lo que le ponía a tiro de aproach con el líder.
Pero en el 16 un bogey y sobre todo otro en el 18 le dejaba algo atrás, y tendrá que esperar para atacar los puestos de cabeza.