El comienzo de Rory McIlroy parecía que iba a ser de un gran día. Un birdie en el 1 le ponía ya en marcha con el propósito de alcanzar a Jason Day. El bogey en el hoyo 4 no parecía importante y en el 7 de nuevo un birdie despertaba el entusiasmo.
Sin embargo, la segunda vuelta se apagó toda luz. Bogeys en los hoyos 10, 12 y 13, y un doble bogey en el 15 rompían la baraja definitivamente. Trató el norirlandés de reaccionar con un birdie al 16, y en el 18 acabó con un par para quedarse con -5 en una zona desde la que el domingo pueda maquillar su participación en The Players.