Jason Day llegaba al
PGA Championship después de haber jugado
21 Majors, y en un año en el que logró cinco victorias. La primera en el Farmers Insurance Open, la segunda en el
RBC Canadian Open, después el
Barclays, y luego el
BMW Championship. Además, en su curriculum ya tenía un segundo y tercer puesto en el
Masters; un cuarto y un noveno puesto en el
Us Open, y un cuarto en el
Open.
Antes, ya acumulaba dos victorias más en el PGA Tour, con su triunfo en el HP Byron Nelson en 2010, y en el Accenture Match Play Championship de 2014. Y venía de acabar cuarto en el Open.
Pero ha sido en 2015 cuando ha conseguido su mayor victoria, un Grande, el primero, logrando semanas después acceder al número uno. Aunque el trono le duró pocos días es número dos y afronta 2016 como una referencia.
En el PGA Championship no le faltó pelea precisamente ante Jordan Spieth, que acabó segundo a tres golpes. Las cuatro rondas del Jason Day, 68-67-66-67, le dejaron con un total de -20 y nada más conseguir el éxito no pudo contener las lágrimas. “Si no hubiera fracasado antes no estaría hoy aquí”, decía al acabar. “No sé si hubiera resistido no haber ganado”, aseguraba.
El año terminó con susto. En un partido de la NBA, a pie de pista, Lebron James intentó salvar un balón y arrolló a su mujer, que tuvo que ser hospitalizada. Afortunadamente se recuperó pronto del golpe.