El norteamericano Bryson DeChambeau, de 27 años y con seis victorias en su palmarés en el PGA Tour, ha logrado su primera victoria en un torneo del Grand Slam ganando el Us Open en un campo imposible como Winged Foot al que ha derrotado firmando un total de seis bajo par con un parcial el último día de tres menos.
Matthew Wolff, de apenas 21 años y que disputaba su primer Us Open, terminó segundo, al par del campo tras firmar en su última tarjeta una ronda de cinco bajo par.
DeChambeau ha sido el único jugador del torneo en terminar bajo el par del camo derrotando a Winged Foot sobradamente. Algo que seguro hará que pensar a los dirigentes de la USGA que no estarán muy contentos cuando vean que DeChambeau ha ganado el torneo con -6 y siendo el jugador que menos calles ha cogido en la historia del US Open para finalmente levantar el trofeo.
Pero al "científico" hoy le daban igual las estadísticas y los números. Sabía que tenía que ganarle al campo con sus mejores armas, con la pegada brutal que tiene -en el 17 pegó un wegde para 165 metros- y con esa manera tan especial de patear que le ha llevado a ser uno de los mejores jugadores del mundo sobre los greenes. Esas dos armas han sido hoy definitivas para obligar a Wolff, que llegaba a la ultima jornada del torneo con toda la ilusión del mundo pero que muy pronto se dió de bruces con la realidad de DeChambeau.
El resto de los que no supieron o no pudieron ganar a este complicadísimo recorrido estuvo encabexado, a excepciónd e Oosthuizen por una cohorte de excelentes jugadores norteamericanos -a cual mejor- que vieron como si que había una fórmula para ganarle al campo pero que la clave sólo la tuvo DeChambeau.
Un torneo en el que los dos españoles supervivientes, Jon Rahm y Rafa Cabrera Bello, terminaron empatados en la clasificación vigésimo terceros con +10 tras acabar con dos vueltas de +3 y +8 y sensaciones contrapuestas, sobre todo en Rafa Cabrera Bello tras tres excelentes jornadas el jueves, el viernes y el sábado hoy cayó en la garras de Winged Foot sin poder hacer nada por evitarlo.
Bryson firmaba en los nueve primeros hoyos dos bajo par con un birdie al 4, un bogey al 8 y un eagle al 9 que le dejaban con la seguridad de depender de si mismo para lograr su primera victoria en un Major. Wolff no empezaba bien y con bogeys al 3, al 5 y al 8 dejaba casi sentenciado el torneo pero de repente se volvia a enganchar firmando también otro espectacular eagle en el 9, que hoy fue fácil para los dos protagonistas del partido estelar.
En los nueve segundos hoyo no hubo color. Wolff no se recuperó y con dos bogeys y un doble bogey más que sumar a su cuemnta cerraba el torneo con cinco más mientras que DeChambeau terminaba con un único birdie al 11 que le dejaba el camino expedíto a su primer Major y a la confirmación de que su cambio físico, sus números, sus rarezas, sus palos y varillas y su peculiar manera de patear son buenos y válidos hasta para ganar un Major. Veremos que recorrido tiene DeChambeau pero da la sensación que jugando así, mucho.
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