Comenzaron discretos los españoles en el PGA Championship. Jugados los primeros dieciocho hoyos, nuestros cuatro representantes están muy lejos de la cabeza. Concretamente Jon Rahm, de quien se esperaba un mejor arranque, se ha situado al par del campo y a cinco golpes de los colíderes.
A principio de semana podíamos escuchar al de Barrika expresar que está semana no estaba en su pensamiento recuperar el número uno si no ganar un Major. Sin duda una cosa llevaría a la otra, pero haciendo tablas con el campo será difícil que lo consiga.
Jon comenzó mal, con bogey en el hoyo 2, y a pesar de que restaba en el 7, dos bogeys más en el 6 y en el 9, le dejaban con un parcial de dos golpes en contra al finalizar la primera vuelta, lo que le obligaba a esmerarse en la segunda mitad donde lograba los dos birdies que le situaban empatado con el campo tras contabilizar 70 golpes.
Aún así Rahm fue mejor que sus compañeros de partida. Ayer el vasco jugaba con Phil Mickelson, que acabó con +2, y con Sergio García que lo hizo con +3. Al castellonense se le torcieron las cosas ya en los primeros 9 hoyos. Llegar al ecuador de la jornada con una tarjeta lastrada con cuatro golpes deja pocas opciones de salir bien parado. Sergio intentó redimirse y durante la segunda vuelta restó tres golpes pero también volvió a fallar en otras dos ocasiones por lo que su tarjeta acabó mostrando 73 golpes.
Uno menos que el levantino selló Rafa Cabrera Bello a quien el doble bogey del hoyo 9 le impidió acabar al par. Por su parte, Jorge Campillo, que ayer regresaba a la competición tras su victoria en Catar en el mes de marzo, terminaba con 74 golpes en una jornada en la que la segunda vuelta resultaría nefasta para el extremeño. Especialmente el final de la ronda con dos bogeys y un triple bogey en los tres últimos hoyos.
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