Llega al calendario, como cada primera semana del mes de abril desde 1934, la 81º edición del Masters de Augusta. En su historia sólo se ha dejado de jugar en tres años, de 1943 a 1945 por la II Guerra Mundial y en su palmarés un nombre entre todos: el de Jack Nicklaus, que ganó el torneo en seis ediciones, en 1963, 1965, 1966, 1972, 1975 1986.
También otro nombre destacado del torneo, el del gran Arnold Palmer, que este año no estará ya en las verdes calles del Augusta National, no dará el tiro inaugural como hizo tantas veces, ni se paseará con su porte habitual por Magnolia Lane.
Como él tampoco estará este año, por tercera vez en las cuatro últimas ediciones, otro grande del golf mundial: Tiger Woods. Sus problemas de espalda cada vez parecen más graves y persistentes y da la sensación que cada semana que pasa, el tiempo más juega en su contra para volver a jugar y salir no ya a ganar sino a disfrutar de su deporte para competir y a medirse a sus rivales que a su favor.
No sabemos todavía si el ex númerom 1 del mundo, el australiano Jason Day, estará el jueves en el tee de salida. La enfermedad y la operación de pulmón de su madre parece que salió bien y una premisa del ex número uno del mundo para estar en el campo de Boby Jones era que, tras la operación, la evolución de su madre fuera muy positiva. El australiano no quería estar en el campo -como ya le pasó en el Mundial Match Play- con la cabeza en otro sitio, así que ya veremos.
Si estarán en este Masters de Augusta cuatro jugadores españoles, Sergio García, Rafa Cabrera-Bello, José María Olazábal -en su doble condición de ganador de la Chaqueta Verde- y Jon Rahm, la nueva revelación del golf mundial, europeo y español.
El de Barrika llega a Augusta por segunda vez, tras dos rondas de prácticas que jugó hace tres semanas y en donde llegó a hacer buenas vueltas. Rahm no juega en Augusta su primer Major. Ya jugó como amateur el Us Open y el Open Championship, así que jugar un Grande no le viene de nuevas, pero su primer Masters va a ser algo especial, sobre todo después de su primera victoria en el PGA, en el Farmers Insurance Open y tras su espectacular segunda plaza en el WGC Match-Play cayendo en el último hoyo ante el número 1 mundial, Dustin Johnson.
Con él, hombres como el propio Dustin Johnson, Rory McIlroy -que busca ganar su primer Masters y de paso conseguir su primer Rory Slam- Jordan Spieth, Phil Mickelson, sempiterno favorito, y otros tantos jugadores que llegan a la meca del golf mundial con mimbres de candidato aunque luego el campo los pondrá en su sitio a todos y cada uno de ellos.
No faltará tampoco a su cita el ganador y defensor del título, Danny Willet. El inglés no llega en su mejor estado de forma. Tras colocarse la Chaqueta Verde el año pasado, su juego no ha evolucionado, no ha logrado buenos resultados y llega a Augusta con todas las dudas del mundo.
Lo que sí es seguro que estará en la ceremonia final colocando la Chaqueta como ganador de 2016 al que logre el triunfo en 2017. Un torneo con muchos candidatos, un campo infernal y muchos alicientes para todos, pero sobre todo para el golf español, que este año llega con tres candidatos a la victoria final y con una figura de lujo como Chema Olazábal que fue testigo el domingo de la victoria por segunda vez consecutiva en el Mississippi Gulf Championship de Miguel Ángel Jiménez, que seguro que habría cambiado con los ojos cerrados ese cuarto triunfo en el PGA Tour Champions por jugar de nuevo en el Masters de “Angustias”.