Así de contentos y orgullosos posaban Justin Rose, Henrik Stenson y Matt Kuchar con sus respectivas medallas. Tras cuatro días de competición y después de unos meses de preparación para llegar a Brasil y competir en los primeros Juegos Olímpicos con golf desde 1904, estos deportistas no se arrepentirán nunca de su decisión de haber acudido a Río.
Los tres han brillado para alcanzar este éxito en en el campo olímpico de la Reserva de Marapendi, un escenario donde según la organización han acudido 15.000 pesonas para presenciar la última jornada, y vivir un momento que ya está instalado en la historia y que ha dado al golf un nuevo impulso.