Después de un primer golpe histórico, el del brasileño Adison Da Silva, que ponía fin a 112 años de espera del golf olímpico, todos los partidos fueron saliendo con la misma ilusión y la misma sensación de novedad.
Sergio García fue el primer español y salió a jugar con Patrick Reed y Emiliano Grillo, y el comienzo no pudo ser más ilusionante, con dos birdies en tres hoyos del de Borriol que demostraba sus ganas y su motivación por conseguir una medalla olímpica.
Un bogey en el cuatro le frenaba ligeramente, pero García aprovechó el viento y volvió a firmar birdie al 9. En la segunda vuelta, las cosas parecían calmarse, con bogeys al 12 y 14, pero en los hoyos finales se resolvió mejor la incógnita. Birdie al 16,bogey al 17 y un eagle al 18 que devuelve toda la ilusión para acabar con -2 en undécimo lugar a seis golpes del líder.
Por su parte, Rafa Cabrera terminó con -4 después de una trabajada tarjeta donde hubo de todo pero en la que también se demostró temple y determinación. Una primera vuelta de cuatro birdies sin errores dejaba claras sus intenciones. En la segunda vuelta llegó el doble bogey al 11 y luego otro bogey al 15, pero un final apoteósico con birdies al 16, 17 y 18 le dejaban en cuarta posición.
El líder Markus Fraser que comenzó de los primeros, encabeza la tabla con -8 y tres golpes de ventaja sobre el canadiense Gaham DeLaet y el sueco Henrik Stenson, uno de los favoritos que ha hecho buenos los pronósticos.
No ha sido así en el caso de los estadounidenses Patrick Reed, con +1, Bubba Watson con +2 o Rickie Fowler con +4, una de las primeras decepciones en estas Olimpiadas que reciben al golf 112 años después.