El australiano, ganador en 2014 de esta prueba repite triunfo después de una impecable trayectoria en el Match Play, con victorias sobre Graeme McDowell por 3&2, Thongchai Jaidee por 5&3, y sobre Paul Casey tras la retirada del inglés. En octavos pudo con Brandt Snedeker y en cuartos con Brooks Koepka por 3&2 en ambos partidos.
Después de ganar a Rory McIlroy en semifinales, Jason Day llegaba a la final con mucha confianza. Sin embargo, en el primer hoyo de partido con Louis Oostuizen cedía con un bogey. Oosthuizen sin embargo no pudo seguir esa línea y se complicó para ceder el hoyo 3.
Con tablas en el marcador llegó el primer birdie para Jason Day, lo que le puso por delante. Birdie y par para los dos en el 5 y en el 6 respectivamente, y de nuevo un par para Jason Day que ponía ya dos hoyos de ventaja tras el bogey inesperado del sudafricano.
En el 8 tampoco hubo birdies, pero en el 9 el australiano logró más ventaja al ganar el hoyo con birdie y afrontaba la segunda vuelta con tres hoyos de renta. Mientras, Oosthuizen lo seguía intentando pero no entraban los putts. En el 10 y en el 11 los dos fallaban el birdie, y en el 12 hacían par, aunque Jason Day se sentía cada vez más entonado, olvidando sus problemas de espalda que ha estado mostrando esta semana, mientras que Oosthuizen se mostraba más cabizbajo, sabiendo que se le acababa el tiempo.
Los pares no le valían y para colmo en el 13 falló el aproach para hacer par mientras que Jason Day firmaba el birdie, y eso le ponía al sudafricano la empresa mucho más difícil con cuatro hoyos por debajo y cinco por jugar. Pero en el 14 se terminó la agonía para Oostuizen que entregó el partido tras un birdie de Jason Day.
Es la novena victoria de Jason Day que alcanza el número uno y que este año ya había ganado la semana pasada el Arnold Palmer, y tras acabar vigésimo tercero en el Cadillac, undécimo en el AT&T Peble Beach, y décmo en el Hyundai, un buen botín para llegar a Augusta dentro de quince días.
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