La sombra del play off revoloteaba en el ambiente, un clima animado por el numeroso público que se ha dado cita en Valderrama para ver la última ronda de esta 90 edición del Open de España, la primera que se ha celebrado en Valderrama y que ha brillado con una luz especial gracias a la dureza y el misticismo del recorrido.
Unas gotas de lluvia han aliviado la última jornada y Valderrama se ha hecho un poco más asequible. Esa ventana abierta ha sido el hueco por donde se han colado algunos de los jugadores que han peleado por el triunfo, y que en los últimos hoyos han podido decidir el resultado. Uno de ellos ha sido Sergio García. A pesar de sus molestias en la muñeca ha entregado la mejor tarjeta del día, 67 golpes, fruto de seis birdies y dos bogeys, unos errores que precisamente han llegado al final, en el 15 y en el 18, lo que le ha costado posiblemente la victoria, que ha llegado a rozar.
Por detrás venían, luchando por alcanzar el par del campo Andrew Johnston, Joost Luiten y Martin kaymer, en un tramo final que dejaba abiertas todas las opciones. Con Sergio García terminando con +3 las miradas se dirigían a estos tres jugadores. Kaymer fue el primero en echarse a un lado tirando al agua la bola en el 17 y firmando un bogey que le dejaba con +4. Otro bogey en el 18 le ha dejado con +5 en sexto lugar.
La pelea estaba entre Joost Luiten, que el sábado había firmado 70 golpes y venía con la velocidad de crucero, y Andrew Johnston, que también se veía animado en una jornada más tranquila. Sus dos birdies en el 7 y en el 8 le dieron confianza y a pesar del bogey en el 14, Valderrama le enseñó la entrada a la gloria con birdie en el 16. Con +1 y un golpe de ventaja sobre Luiten, se trataba de aguantar. “Miraba las pizarras y solo pensaba en seguir aguantando", contaba al terminar. "El driver ha ido bien toda la semana pero tuve problemas con los hierros los tres primeros días. Seguí intentándolo y al final lo encontré hoy en el 4. Jugué un hierro 4 a colocar y salió perfecta. En ese golpe encontré la sensación y me dije “ya lo tengo”. A partir de ahí seguí pegando hierros sólidos hasta el final", añadió.
En el 17 y en el 18 aguantó con el par. Mientras, Joost Luiten también venía entonado. Un bogey y dos birdies en la primera vuelta le situaban cerca, pero un bogey en el 11 fue una barrera que no pudo superar hasta el final, sin poder restar en ningún hoyo para teminar segundo a un golpe. “Segundo nunca es malo. Empecé bien, metí buenos putts y llegué a ponerme arriba, pero por los 9 segundos tuve un error definitivo en el 11 y luego no las dejé lo bastante cerca como para darme las oportunidades de birdie que necesitaba. Ha sido una buena semana. He jugado sólido en condiciones muy difíciles y me voy satisfecho” decía Luiten.
Un final tenso en Valdarrama que recupera la sensación del Tour Europeo y se ha defendido durante toda la semana para entregar la victoria a Andrew Johnston, el que menos ha fallado y que se estrena en el Circuito desde elmejor escenario.