Tras dos torneos jugados en el PGA Tour -el Charles Schwab Challenge y el RBC Heritage- y uno a punto de comenzar este jueves -el Travelers Championship- los casos de contagio del COVID-19 han empezado a dinamitar los torneos haciendo torcer el gesto a los rectores del PGA Tour, a los organizadores de los torneos, a los jugadores, caddies y a todos los que pensaban que la vuelta al golf profesional sería coser y cantar.
Y los problemas no han hecho más que empezar. Si la semana pasada era Nick Watney el primer infectado por COVID-19 retirándose inmediatamente de la competición y poniendo en peligro a Sergio García con el que viajó en su avión y obligando al castellonense a volverse ha hacer el test -que dió negativo- han sido ahora el también jugador Cameron Champ y los caddies de Graeme McDowell y del ex número 1 del mundo Brooks Koepka -Ricky Elliot- que ahora se quedarán por el protocolo del circuito dos semanas sin poder jugar ningún torneo.
Al parecer los dos caddies acudieron juntos hace unos días a un funeral y tras dar positivo en los test sus "jefes", McDowell y Koepka han preferido retirarse del Travellers Championship para lña seguridad de todo el circuito. Los dos se hicieron las pruebas y a pesar del resultado negativo de ambos hoy por la mañana los dos decidieron caerse del Travelers.
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