Tiger Woods no está ni se le espera al menos en las dos próximas semanas donde se le esperaba con ansiedad. El ex número uno, que se retiró de Dubai tras la segunda jornada por culpa de unos espasmos en la espalda, ha emitido un comunicado en el que anuncia que no jugará en el Génesis Open de la semana que viene, ni en el Honda Classic de la siguiente.
"Mis médicos me han aconsejado que no juegue las próximas dos semanas, que continúe mi tratamiento y que deje que mi espalda se calme", anunciaba en su página web. Tiger insistía en que "esto no es lo que esperaba y estoy extremadamente decepcionado al perderme el Genesis Open, un torneo que beneficia a mi fundación, y el Honda Classic, evento en mi ciudad natal."
La retirada de Dubai hizo saltar todas las alarmas, a pesar de que Tiger aseguró que en su swing no sentía dolor después de firmar 77 golpes en la primera ronda de Dubai. Antes había disputado el Farmers Insurance, donde no pasó el corte, y antes el Hero World Challenge donde quedó antepenúltimo después de no acudir al Safeway Open por declarar no sentirse físicamente preparado.
La incertidumbre aumenta porque se esperaba con interés cómo iba a reaccionar Tiger a cuatro semanas seguidas de competición oficial después de 17 meses sin hacerlo. Su última aparición fue en el Wyndham de 2015. La decepción del Farmers y su retirada en Dubai pusieron a todos en alerta, y ahora, el no disputar los otros dos torneos previstos hace caer todavía más la confianza y la credibilidad en su recuperación.
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