Ya es oficial: Tiger Woods confirmaba a través de su agente Mark Steinberg que no iba a jugar el cuarto Major de la temporada, el PGA Championship, y por primera vez desde 1994 el ex número uno del mundo no jugará ninguno de los cuatro Majors de la temporada. La razón es bien sencilla: Tiger sigue sin estar recuperado de sus dolencias de espalda y su recuperación todavía necesita más tiempo.
La realidad es que Woods sigue recuperándose de sus dolencias y operaciones en su espalda -llegó a sufrir hasta tres cirugías–, algo que le ha obligado a no jugar ni un torneo en 2016. Su última aparición fue en 2015, cuando jugó el Wyndham Championship, en agosto de 2015 terminando en una más que aceptable décima plaza y desde entonces no ha vuelto a jugar. La última vez que compitió fue el Wyndham Championship en 2015, en agosto, donde terminó empatado en el 10º lugar.
Cuando hace unas semanas Woods aseguró que no jugaría el Open de los EE.UU dijo que "no estaba físicamente preparado para la competición” y que “estaba haciendo progresos, pero que aún no estba listo”. Un mes más tarde sigue sin estarlo.
Mark Steinberg, agente de Tiger, aseguró que Woods “continuará la rehabilitación y seguirá trabajando muy duro para evaluar cuando comienza su temporada, en 2017”.
A Tiger le queda bastante
Si (
No(
