Después del verano, el curso comenzaba con el espectáculo de la
Solheim Cup, esta vez en Alemania, en el campo alemán de
St. Leon Rot. Europa partía como gran favorita después de las dos ediciones ganadas de manera consecutiva en
Killen Castle de Irlanda en 2011, y sobre todo la de 2013 en
Colorado Golf Club, donde las europeas habían superado a las estadounidenses por un contundente 18-10.
Aunque el primer día comenzó igualado, con empate a 2 en los foursomes de la mañana y dos victorias por dos empates en los fourballs de la tarde, el sábado Europa tomó una ventaja considerable por la mañana, con tres triunfos y una derrota para dejar ya un 7-4 en el global. Por la tarde se confirmó esa ventaja con dos victorias y dos derrotas para cada equipo. Total, 9-6 y doce puntos por delante.
Europa parecía vencedora y sólo necesitaba cuatro puntos y medio para retener la copa. Sin embargo, las victorias fueron cayendo del lado americano, que logró ocho puntos y medio por tres y medio de las europeas. Karine Icher, Melissa Reid y Anna Nordqvist lograron su punto, mientras que Carlota Ciganda logró medio punto. Fueron las únicas que sumaron en una derrota europea histórica.
Es la novena Solheim para Estados Unidos en una competición que no lució como se esperaba, con lluvia al principio y con una decepcionante actuación en los individuales por parte de las jugadoras locales. Además, una desafortunada actuación de Suzann Pettersen, negando un putt a las estadounidenses que ellas antes sí le concedieron, y alterando el ambiente de tal manera que tras la Solheim tuvo que pedir disculpas.
En cuanto a la participación española, Carlota Ciganda y Azahara Muñoz no brillaron como se esperaba, sobre todo la malagueña que en su tercera Solheim no consiguió ni medio punto. Ciganda, en su segunda aparición en una Solheim, sumó punto y medio junto a Melissa Reid y medio punto en el individual, mientras que en la partida que formaron pareja Azahara y Carlota cedieron ante Lexi Thompson y Cristie Kerr.
La derrota y sobre todo cómo se produjo ha silenciado una Solheim Cup que no ha brillado todo lo que se esperaba y marca 2015 como un año dramático en la historia de la Solheim Cup.