Julie Inkster ha estado esperando casi dos años para intentar revertir una racha de dos derrotas consecutivas de las estadounidenses que empiezan a tener una urgencia histórica para ganar, sobre todo después de la derrota de hace dos años en suelo estadounidense. "Me siento como si hubiera me estado preparando un año y medio para este momento”, admitió la americana. “Hace unas semanas parecía que quedaba un mundo pero ya estamos aquí. Ojalá que el viernes llegue rápido".
“Ha sido un gran viaje para mí”, agregó la americana. “He disfrutado mucho todos los aspectos de los preparativos. He aprendido mucho sobre mí misma y sobre mis jugadores. Ha sido muy gratificante, pero ahora es el momento de competir”.
Desde 2005, el equipo norteamericano ganó tres ediciones consecutivas, 2005, 2007 y 2009 pero ahora las europeas tienen la posibilidad de igualar esa marca en Alemania tras los triunfos en 2013 y 2011. "Es muy emocionante estar aquí y estar por fin en la semana que todas hemos soñado”, coincidió Koch con Inkster. "Estamos muy felices de estar aquí”.
Inkster confirmó que había hablado con sus jugadoras en el sentido de explicarlas de que este torneo era como cualquier otro torneo o que por lo menos tenían que jugar de la misma manera que en otra cita del calendario. "Estoy tratando de mantenerlos en su horario regular y no dejar que piensen que esto es más grande de lo que es. Quiero que hagan exactamente lo que hacen en un torneo del Tour. Quiero que siguan su rutina habitual”.