En cuanto al Gran Premio de España, Fernando Alonso admite que no han podido solucionar los problemas durante todo el fin de semana. "La carrera ha sido difícil, al igual que todo el fin de semana, en general, en el que hemos tenido problemas de agarre y de equilibrio. Hemos tenido un fin de semana difícil y, efectivamente, hace un año de la última victoria".
De cara al campeonato, se han disputado cinco carreras y Mercedes se ha anotado todos los triunfos de forma abrumadora, firmando cuatro dobletes consecutivos. Ante este panorama, con un monólogo que no tiene pinta de terminar a corto plazo, lo que tenemos por delante suena a aburrimiento ya que no hay equipo que pueda ni siquiera inquietar a los Mercedes, con un valeroso Nico Rosberg dispuesto a coger el testigo de Hamilton si es que el ingles pudiera flaquear en algún momento.
Alonso, séptimo en parrilla, salió mal y quedó atrapado tras Raikkonen, mientras que Hamilton aguantó la embestida de Rosberg y se mantuvo en la primera plaza. El ritmo de los Mercedes era endiablado y ya en el primer tercio de la carrera comenzaron a doblar a los pilotos más rezagados. Hamilton y Rosberg continuaron con su lucha fratricida, mientras que viniendo de atrás Vettel prosperaba hasta su puesto natural, cuarto, superando a Bottas, pero sin alcanzar a su compañero de equipo Ricciardo, mientras que Alonso hacia lo propio con Raikkonen.
Nada, por tanto, fuera de guion y una más para los imbatibles Mercedes a la espera de que Montezemolo, por una vez, cumpla sus promesas y ponga a sus pilotos al volante de un autentico Ferrari.