Eso se deduce de las palabras de Fernando Alonso en su regreso a la pista canadiense: "Montreal es un circuito de la antigua escuela: velocidades altas y los muros muy cerca, por lo que necesitas una concentración total para obtener el mejor tiempo. Me gusta el reto y será interesante ver cómo va nuestro coche en este tipo de circuitos. Es uno de los más emocionantes del calendario. Tiene mucha historia, allí se han librado grandes batallas entre pilotos legendarios, por eso es muy especial pilotar en este circuito, con los elementos imprevisibles que contiene".
Si todo discurre según las previsiones, los pilotos de pruebas, involucrados en el desarrollo de los monoplazas, inscritos en su mayoría como tercer piloto de cada uno de los equipos, están destinados a desaparecer.
Luca Cordero di Montezemolo, el máximo responsable de Ferrari, se la vuelve a jugar y promete a sus pilotos que en el G.P. de Canadá tendrán en la mano un coche mejor. Tanto Alonso como Raikkonen no parecen dispuestos a ser doblados en carrera, tal es la diferencia que les separa de los Mercedes que ruedan con solvencia en cabeza sin que nadie les plantee la más mínima competencia.