Chema ya dejó clara su unión y su relación con severiano Ballesteros. Sólo decir su nombre hacía que Chema casi rompiera a soñar. por esa razón el guipuzcoano no se pudo negar a ser el capitán del equipo continental en esta edición del Seve Tropy. "Como todos saben, dijo el capitán, este encuentro significa mucho para mí. El Seve Trophy era un torneo muy querido por Severiano y capitanearlo es un honor muy especial".
Sobre las opciones del su equipo de sumar su segunda victoria en este torneo, Chema comentó que "Voy con muchas ganas de ganar, igual que mis jugadores.
El espíritu de lucha de Seve va a ser nuestra inspiración esta semana.
Vamos a pelear cada punto con todas nuestras fuerzas y vamos a intentar mejorar nuestro historial".
Lo que si se es que la competencia no va a cambiar la relación entre los
jugadores, eso es lo bonito de este deporte. En el campo iremos a por
todas, y al terminar nos daremos la mano y seremos amigos... eso es lo
que hubiera querido Seve", apuntilló quien fue casi su hermano.
Por su parte, Sam Torrance, capitán del equipo de Gran Bretaña e Irlanda coinzidía con Olazábal en muchas cosas: "Este evento forma parte del
legado de Seve y por eso es tan especial", ha dicho a la web del European Tour. La verdad es que no esperaba
capitanearlo, la llamada me pilló totalmente de sorpresa y acepté
encantado porque es un gran honor. Estoy deseando empezar y mis
jugadores también. Además, es un buen punto de partida y un entrenamiento fantástico para la Ryder Cup".
Eso mismo opinaba el actual capitán europeo de la Ryder, Paul McGinley, que no faltará a su cita con el Seve Trophy y que estará en Francia seguramente valorando la actuación de posibles candidatos
al equipo que presentará contra Estados Unidos el año que viene en
Gleneagles (Escocia).