Tras su victoria en el US Open, Dustin Johnson está viviendo, sin duda, la mejor temporada de su vida. El estadounidense logró el triunfo después de firmar una vuelta de 66 golpes subiendo desde la cuarta posición y dejando por detrás a jugadores como Scott Piercy, Jordan Spieth, Matt Kuchar, Kevin Chapell o Jason Day.
Johnson sabe que está ante la mejor temporada de su carrera. Tras su victoria en el Us Open -su primer major- tras haber superado definitivamente sus problemas personales, y ahora con esta victoria en el cuarto Campeonato del Mundo de la temporada, el estadounidense está tocando el cielo con las manos, jugando muy bien y cada vez más cerca de un posible número uno del mundo del que pocos habían hablado y que cada vez parece más cercano a él.
De momento, tras este triunfo se coloca primero en la clasificación de la FedEx Cup y todo vuelve a ser de color de rosa para un jugador que atravioesa su mejor momento como jugador profesional.
Johnson, que durante las tres primeras jornadas del torneo había entregado tres tarjetas de 69, 73 y 66 golpes, volvió a repetir los mismos guarismos para subir cuatro posiciones en la clasificación y colocarse como líder y ganador del torneo después de entregar una última tarjeta de 66 impactos con seis birdies y dos bogeys, el último para darle emoción al torneo en el 18 terminando con un golpe de ventaja sobre Scott Piercy, que ayer no estuvo muy brillante, acabando con una vuelta de 70 golpes para un total de cinco bajo par, y con dos de diferencoa sobre un nutrido grupo de jugadores formado por Scott Piercy, Jordan Spieth, Matt Kuchar, Kevin Chapell o Jason Day, que acabaron con tres bajo par.
"Este campo de golf está tan duro y complicado que igual tengo que hacer un 63 para conseguir la victoria", decía Johnson antes de salir a jugar. "Sólo trata de golpear en la calle, llegar a cojer green y tratar de hacer algunos buenos putts". Después, tras la victoria, Johnson aseguraba que, "Sabía que si hacía 4 o 5 bajo tendría una oportunidad".
"Me siento muy bien", dijo. "Siento que mi juego está donde ha estado durante todo el año. Es verdad que no he estado dejando la bola donde quería pero estas últimas semanas las cosas han ido algo mejor".
Jason Day, número uno mundial, y líder del torneo tras las tres primeras jornadas, no brilló en esta última vuelta y con una tarjeta de 72 golpes dijo adiós a sus posibilidades de triunfo tras una jornada en la que su juego no estuvo a la altura de su calidad. El australiano firmó una tarjeta muy irregular en donde hubo de todo, con tres bogeys al 9, al 15 y al 18, un eagle al que parecía allanarle el camino a la victoria nada más empezar, un birdie al 10 y un doble bogey al 7.
"Estoy muy decepcionado, pero tengo que tratar de centrarme en lo que hice esta semana genial, seguir adelante y tratar de mejorar para la próxima," dijo Day.