Comienza la carrera de Jordan Spieth, el rally alcista que el año pasado le terminó de colocar en el trono mundial y le puso, a medida, la Chaqueta Verde de Augusta. La victoria en el Valspar Championship fue el impulso que necesitaba y este año puede que le sirva de nuevo de acicate.
Tras su victoria en el Hyundai Champions, Spieth acabó vigésimo primero en el AT&T de Peble Beach. Después no pasó el corte en el Northern Trust Open, algo que "no me debería afectar demasiado", decía tras acabar el torneo. En el Cadillac de la semana pasada tampoco tuvo una reacción de número uno y acabó en el puesto 17.
Llega por tanto la rueba en la que todas las miradas se dirigen a su persona y a su juego. El año pasado, tras ganar en esta cita, terminó segundo en Texas, en Houston, y después ganó el Masters. Ahora, defiende título con la esperanza de alcanzar esa senda tan especial.
Se lo pondrán difícil jugadores como
Patrick Reed, Jason Dufner o Henrik Stenson, que también necesitan dejar claro quién manda.