La cara y la cruz de esta temporada golfistica, sobre todo en Estados Unidos han sido Jordan Spieth y Rory McIlroy. Uno triunfador de la FedEx Cup y el otro, que ha declarado que "da por perdida la temporada".
El norteamericano ha firmado con apenas 22 años su mejor temporada, ha ganado cinco torneos, la Fedex Cup, dos Majors -el Masters y el US Open- y ha conseguido llegar al final de la temporada como número 1 del mundo.
La cruz, un Rory McIlroy que no duda en calificar su temporada como fracaso al "no ganar un Major". Un año que quedará marcado por su lesión en los ligamentos de su tobillo izquierdo y que como el mismo dice "no cambiara en mi percepción pase lo que pase en el final de temporada europea".