Pablo Larrazábal ha vuelto a firmar un top ten en el Tour Europeo. Es el séptimo en lo que va de año, en una temporada irregular pero que parece haber tomado el pulso de nuevo. Tras su noveno puesto en Holanda y su décimo séptimo puesto en el Alfred Dunhill, el catalán vuelve a estar entre los primeros puestos y retoma el buen tono que demostró hace cinco meses. En la última ronda del Portugal Masters ha firmado cuatro birdies y tres bogeys, dos de ellos en los hoyos 17 y 18, perdiendo opciones de terminar incluso más arriba. Su tarjeta de 70 golpes le deja con un total de -14 a cuatro del campeón, el inglés David Lynn.
Lynn ha terminado con -18 y un golpe de ventaja sobre el sudafricano Justin Walters, después de firmar 63 golpes, con nueve birdies y un solitario bogey, subiendo 15 puestos en la clasificación y logrando su segundo título en el Tour, el primero de la temporada, después de su victoria en el KLM Open de 2004.
Entre los demás españoles, Álvaro Quirós, que ha estado rozando los primeros puestos toda la semana, en la ronda del domingo no ha podido mantener el ritmo y ha firmado 74 golpes, con dos birdies, dos bogeys y un triple bogey en el 18 que le ha dejado con un total de -10 en el puesto 22. Mas atrás, Jorge Campillo y Eduardo de la Riva, con -9 mientras que con -8 han terminado Rafael Cabrera y José Manuel Lara. Por su parte, Miguel Ángel Jiménez y Gonzalo Fernández Castaño han terminado con un total de -5 y Alejandro Cañizares con -4.