¡Que bonito es el golf! Y es que lo que hemos visto este domingo en el BMW Championship ha sido un espectáculo inenarrable con dos protagonistas sobre todos los demás: el número 1 del mundo, el estadounidense Dustin Johnson, y el número dos, el español Jon Rahm, que finalmente llegaron empatados tras el hoyo 18 a la casa club con cuatro bajo par.
Y los dos por dos caminos muy diferentes. Johnson siguiendo una línea ascendente en su juego tras ganar la semana pasada y manteniendo esa forma de jugar que le ha llevado a lo más alto del Ranking Mundial y al claro favoritísimo a la victoria, no solo esta semana sino también la próxima cuando se juegue en Atlanta la final de la FedEx Cup.
Y Rahm por el camino más complicado, empezando con 75 golpes el primer día y mejorando sus cifras jornada a jornada hasta firmar seis abajo el domingo para terminar como líder en casa club esperando a que Johnson no hiciera birdie en el último hoyo del recorrido.
Pero el número 1 lo es por algo, entre otras cosas por ser capaz de embocar putts imposibles y de tanta tensión como el que tenía en esa última oportunidad para forzar el Play Off y jugarse con Rahm cara a cara la victoria en el torneo.
Un putt de más de doce metros que Johnson embocó con maestría mientras Rahm seguía dando bolas en el campo de prácticas para estar en perfecto estado si había que jugar el desempate.
Y el estruendo, o los aplausos más tímidos en este caso, llegaron a los oídos de Rahm que, rápidamente, se apresuró a ir al 18 para jugar el desempate ante el peor rival que podía tener: el número 1 del mundo.
En el tee del 18, los dos colosos del golf mundial, los dos pegadores más potentes y los dos físicos más espectaculares de este deporte
Y en la calle la bola de Johnson y en el rough la de Rahm. Todo pintaba a favor del estadounidense que ya había metido un puro para empatar “de los de no te menes”. Su bola se fue hasta el centro de green desde la calle a la que calló por el rebote en un árbol y la de Jon que descansaba en el espeso rough se fue unos metros por detrás, a unos 15 o 16 de la bandera.
El de Barrika seguía concentrado y con el objetivo de dejar su bola lo más cerca del hoyo para hacer el par y seguir en juego, pero su bola salió disparada hacia el hoyo, como oliendo el agujero y entrando por todo el centro.
Jonhson miraba atónito la escena de los saltos incontenibles del de Barrika, pero daba igual. Con ese jarro de agua fría sobre sus enormes espaldas se dispuso a intentar repetir la hazaña del 18 que no logró.
Su bola se quedó corta y Rahm consiguió una victoria espectacular viniendo desde los infiernos con un 75 para empezar y un -6 para terminar que ya es parte de la historia de este deporte.
Logra su primera victoria y la del golf español en un torneo de los Play-Offs, saldrá segundo en el torneo de Atlanta a sólo dos golpes de Johnson y allí volverán a encontrarse sabiendo que ya no sólo hay un favorito para ganar la FedEx, sino que hay dos; Johnson y Rahm.
¡Historia viva del golf mundial!
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