La "Jornada del movimiento" en el The Tour Championship ha sido intensa, potente y hasta emocionante con un Dustin Johnson en su papel de número uno y principal favorito a la victoria y con Jon Rahm luchando todo el día para subir de nuevo a lo más alto posible e intentar, cuando menos, ser uno de los dos protagonistas de este lunes en el partido estelar final de la temporada de la PGA y los Play Offs de la Fedex Cup.
Y realmente lo consiguió. Si el sábado, en la segunda jornada, el de Barrika firmaba una muy mala tarjeta de 74 golpes, este domingo pulsó la tecla correcta al salir y terminó con una vuelta de 66 golpes y cuatro bajo par que le han devuelto a la segunda plaza con 13 bajo par. Una posición que no es cómoda porque el número uno del mundo ha terminado bastante lejos. Si al empezar al torneo el norteamericano empezaba con -10 en su marcador y Jon con -8, tres vueltas después la distancia para Johnson es de seis golpes después de una gran trajeta del americano en el día de hoy.
Johnson empezó sus primeros nueve hoyos con tres bajo par y sin ningún fallo para terminar los nueve segundos con cuatro birdies más y su úncio bogey del día en el 11 que le dejan con una ventaja cuando menos cómoda sobre sus rivales perseguidores con -13 para Jon Rahm y -14 para Xander Schauffele y Justin Thomas.
De estos cuatro jugadores es casi seguro que saldrá el ganador del torneo y de la Fedex Cup, aunque también habrá que esperar al milagro de ver si jugadores como Collin Morikawa (-12), Daniel Berger o Sungjae Im (-10) o incluso Scottie Scheffler (-9) hacen este lunes -día del trabajo en EE.UU- una de sus mejores vueltas para intentar ganar, cuando menos el torneo.
Con estos mimbres, la jornada de este lunes será histórica para el golf mundial con esos 15 millones de dólares en juego que será el premio económico más importante en la historia del golf profesional mundial.
Histórica también para España y el golf español por la presencia de Jon Rahm en el ajo de esta cita en la que dará el 110% para intentar ganar por segunda vez consecutiva en una última ronda al número uno del mundo. Para Rahm los premios si lo consigue mañana serán muy jugosos: ganar la FedEx Cup, convertirse seguramente en el mejor jugador del año del PGA, recuperar el número 1 del mundo y saber ya sí que sus únicos retos en el golf serán ahora sumar su primera victoria en algún torneo del Grand Slam, por ejemplo en el US Open que se jugará dentro de dos semanas.
El de Barrika llegará pleno de confianza, gane o no en Atlanta, sabiendo que está entre los mejores y que todos los segmentos de su juego están bien engrasados y a tope.
Y si pierde no pasa nada. Una segunda, tercera o cuarta plaza en la FedEx Cup es un resultado soñado por cualquier golfista. Pase lo que pase seguirá en los primeros puestos del Ranking Mundial y también, pase lo que pase, su opciones para estar en lo más alto del deporte mundial seguirán intactas.
El golf español gana con Rahm de todas maneras pero si mañana firma la remontada y le gana de nuevo a Dustin Johnson los cimientos del golf mundial se pueden echar a temblar.
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