La Solheim Cup 2017 que se celebra en Iowa será de récord. Se espera una asistencia de más de 250.000personas, con una grada en el Tee del 1 de 7.000 butacas. El espectáculo será grandioso, como se pretende paauna competición de esta naturaleza, la más impresionante de un duelo por equipos del golf femenino.
Ante esta presión añadida, las jugadoras europeas no se arrugan. Todas están preparadas para jugar concentradas en su juego y en su equipo. Además se han mostrado encantadas de que haya tanta gente. Mel Reid, que llega a su tercera Solheim, asegura que "esperamos un público respetuoso y no creo que haya problemas en ese sentido. Me encanta la multitud esté con nosotros o no".
Misma actitud es la que presenta Charley Hull, que debutó en esta competición en 213 con 17 años. "Es genial que haya tanta gente. Esun gran evento y debe ser así. Es impresionante", asegura. Por su parte, Carlota Ciganda, que cuenta con dos participaciones en la Solheim y acude a su tercera, también se ha mostrado poco preocupada por este tema. "Cuando juegas te concentras en el presente, en el equipo, en tus compañeros y en tu capitana", dice.
En el caso de Anna Nordqvist tampocose aprecia preocupación. La sueca resta importancia a los gritos que pueda haber durante la competición. "En Estados Unidos la presencia de público es mayor, y en muchas ocasiones los gritos no significan que haya habido nada especial", comenta.
Las jugadoras están por tanto preparadas para un ambiente muy intenso, y retiran de sus pensamientos todo lo que pueda despitar del bjetivo de recuperar la Solheim. Precisamente Anna Nordqvist espera estar al 100 por 100 después de arrastrar fiebre en las últimas semanas. Tampoco Suzann Pettersen está en plenas facultades e incluso Catriona Mathew ha entrenado por si necesita sustituir a la noruega. En el bando americano, Lexi Thompson está pasando por un proceso gripal que le impide dormir y descansar con normalidad. Una pieza clave estadounidense que está entre algodones.