Jon Rahm no ha estado tan brillante como esperábamos de él, pero el Open Championship es muy largo y el de Barrika ha jugado hoy regular sus cartas en un campo complicado que mañana se pondrá más dificil todavía con las previsiones meteorológicas que se esperan con vientos de hasta 40 kilómetros por hora y una previsión de lluvias de cerca del 90%.
Hoy el reciente ganador del Open de Irlanda ha jugado con calma, precaución y sin estar demasiado acertado con el putt. En los nueve primeros hoyos terminó con una tarjeta de 35 golpes, con dos bogeys y un solo birdie que llegaba en el hoyo seis para intentar mejorar sus números en los nueve segundos con tres birdies más al 10 al 14 y al 15 y dos bogeys al 11 y al 16 que le mantenían al par del campo a solo dos hoyos del final y en una jornada en donde no ha logrado engancharse al bajo par a este ese hoyo.
Pero en el 17, el último par cinco del día, llegó toda la magia del de Barrika con un golpe desde el tee que se fue a la izquierda de la calle y con un segundo golpe que se le complicaba mucho para dejarla en green e intentar un birdie que le diera más opciones de seguir soñando. Rahm le metió toda su potencia a la bola escondida en el rough y logró esquivar el bunquer de la derecha del green para dejar su bola a tres metros del hoyo en una clarísima opción de eagle para el español. Pero tras fallar el putt y terminar con birdie saltaba la noticia de una posible penalidad de dos golpes por un movimiento de su bola en el rough al quitar un impedimiento suelto, lo que hizo que terminara su tarjeta con dos sobre par. Un hecho que finalmente no se produjo cuando las cosas se aclararon en la entrega de tarjetas y Rahm apareció oficialmente en la clasificación de la Web del torneo con -1 y 69 golpes.
Al parecer, el caddie de Lee Westwood, compalñero de partido de Rahm, Billy Foster, podría haber visto algo raro en ese movimiento de Rahm que aseguró que su bola no se había movido en ningún instante por lo que las cosas quedaron ahí.
"No mejoré mi lie en absoluto. Si, quité una rama pero ni estaba en línea de juego ni cerca de la bola. La duda era ver si había mejorado mi lie. Estaba enfadado por esos dos incidentes de las reglas en estas semanas, pero lamentablemente no había nadie que pudiera decir lo que había pasado. Estaba yo ahi sólo y nadie vio nada, lamentablemente para mi, pero no pasa nada", dijo el vizcaíno.
Rahm deberá este viernes, a pesar de todo, jugar su mejor golf y mantenerse dentro del corte como primer objetivo para desde ahí mejorar posiciones aunque en este campo cinco golpes de diferencia no son nada aunque los líderes con -5 sean jugadores como Kuchar, Koepka o Spieth.
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