Otra vez los Juegos Olímpicos tuvieron su protagonismo, con la rama femenina. Y esto lo decimos a pesar de que entramos en territorio de los Playoffs de la FedEx Cup, con un Wyndham Championship deslucido para los latinos (el colombiano Nicolás Echavarría fue el mejor, terminando T-22. Ahora bien, Jhonattan Vegas y Emiliano Grillo se clasificaron con lo justo a los mencionados playoffs). También lo decimos a pesar de un buen T-29 de los mexicanos Roberto Díaz y Emilio González, en el Pinnacle Bank Championship del Korn Ferry Tour. Y también lo decimos a pesar de un gran T-13 del argentino Ricardo González, en el Boeing Classic del Champions Tour (en la International Series de Inglaterra, el mexicano Luis Carrera fue el mejor de los nuestros. Quedó T-59). Ella quería cerrar su carrera a lo grande. Y vaya que lo hizo.
No nos olvidemos cómo empezó esta historia. Mariajo Uribe tenía pensado finalizar su carrera en Tokio 2020. Luego, el COVID-19 y la necesidad de que Colombia siga teniendo representación la invitaron a intentarlo una vez más. En el medio, el comienzo de su maternidad (con el nacimiento de su hijo Lucca). A su vez, la pelea por volver a tener status en el LPGA para este 2024, pasando por la Q-School más dura que el mundo golfístico tiene. Por otra parte, sabiendo que ese status en la LPGA no era suficiente para lo que ella buscaba, el viaje hacia Australia… ¡donde obtuvo su primer título oficial! Y luego de ese Women’s NSW Open ganado, la clasificación para el U.S. Women’s Open. Y así siguió, pensando en emular ese final de la legendaria Lorena Ochoa. Dejó todo.
La medalla de oro fue obtenida por una Lydia Ko que entró al LPGA Hall of Fame, como todos ustedes han sabido. La medalla de plata quedó para la alemana Esther Henseleit, quien hizo una ronda final de 66 golpes. Y el último escalón del podio fue para la china Xiyu Lin, cuyo talento golfístico es más que conocido. Ella les compitió a la par, peleando durante gran parte del torneo. Y de no ser por el fallido final del viernes y el fallido arranque del sábado, la historia hubiese sido aún mejor. De cualquier manera, su notable T-10 y ese embocado putt final para águila (hoyo 18) son “la frutilla del postre” a una trayectoria que merece la mayor admiración y el mayor de los respetos. Mariajo Uribe hizo todo lo que tenía a su alcance para que sigamos hablando del golf colombiano y del golf de nuestra región. Deja un legado inolvidable. Se la va a extrañar.
¡Gracias Mariajo por tu dedicación y tu profesionalismo! Te merecías este RETIRO SOÑADO.
Si (
No(
