Corría el año 1995 cuando Joaquín Molpeceres, presidente de Desprosa, cumplió su sueño de abrir el Club de Golf Olivar de la Hinojosa sobre lo que había sido un vertedero de inertes en una zona anexa a lo que iba a ser también Ifema -que por entonces ya se estaba construyendo-.
Entonces, en aquellos años, la idea del golf estaba asociada, única y exclusivamente, a campos privados, a clubes en los que para jugar había que hacerse socio. Unos años antes Desprosa presentó al Ayuntamiento de Madrid, que había convocado un concurso de ideas para ese terreno, un proyecto espectacular con un campo de 18 hoyos y otro de pares tres con un espíritu que marcaba el objetivo de crear en Madrid el primer campo construído sobre suelo municipal y con caracter público.
Aquella idea fue la mejor y ganó el concurso y el club salió adelante. Y muy pronto comenzaron a llegar los nuevos aficionados al golf -muchos curiosos con ganas de aprender- y muchos niños que empezaron como todos a dar clases de la mano de Raul Enero, entonces un joven profesional que llegó al Club para levantar y crear desde la nada una Escuela que hoy en día cuenta con más de 2.000 alumnos.
Gregorio González Irún llegó al club un año después de su inauguración y desde entonces se ha mantenido fiel en su puesto y viendo crecer este proyecto que, hoy por hoy, es uno de los referentes del golf en la Comunidad de Madrid y en el mapa verde español.
Ubicado frente a Ifema y junto al parque Juan Carlos I, el Club de Golf Olivar de la Hinojosa es un ejemplo de gestión y referencia del golf público en Madrid y en España. Con años en los que se han alcanzado los 90.000 green-fees vendidos, el Club cuenta con una escuela espectacular, un campo de 9 hoyos cortos -con siete pares tres y dos pares cuatro- quen ha servido para que los que llegaban nuevos a aprender este deporte pasaban por este campo que les abría la puerta a un universo espectacular que crecía después en el recorrido de 18 hoyos.
Además, un espectacular campo de prácticas que cuenta con las últimas tecnologías -entre ellas el Top-Tracer-, una zona de juego corto y approach junto al tee del 1, una carpa para eventos que desde hace muchos años es también referencia en la capital de España.
Junto a estas instalaciones el Club de Golf Olivar de la Hinojosa cuenta con pistas de pádel y de tenis con sus respectivas escuelas, una sala de fitnes y gimnasio espectacular y una terraza con unas vistas de las que se puede disfrutar cada día después de jugar o, simplemente, para ver el campo de golf en su máxima dimensión mientras nos tomamos un refrigerio.
Un Olivar de la Hinojosa que camina con paso firme hacia su trigésimo aniversario siendo referente del golf madrileño y abriendo sus puertas cada día a todos los que quieren disfrutar del deporte a unos precios muy ajustados y en un entorno único, con parada de metro a cien de la puerta de entrada y con un equipo humano que siempre ha sido una familia dentro y fuera del campo.