Más allá de la consabida victoria de Jon Rahm en Madrid y de los títulos que el de Barrika logró en Irlanda y Dubái, tres apellidos españoles sonaron con fuerza en el European Tour a lo largo de 2019.
El más madrugador de los nuestros en subir al podio fue el cacereño Jorge Campillo. Después de nueve años y 229 torneos disputados en el circuito europeo, el extremeño se enfrentó en Marruecos a su mejor oportunidad para estrenar palmarés. Una ocasión que no dejaría escapar para convertirse en el tercer español en ganar la famosa daga con que se premia al campeón del Trophee Hassan II y, de paso, convertirse en el jugador del mes en el tour.
Casi medio año hubo que esperar, con el receso de la victoria de Rahm en Irlanda, para ver a otro español subir al podio. Esta vez el turno era para Sergio García que, ni corto ni perezoso, se hizo con el centenario del KLM Open en su primera participación en el torneo. El castellonense jugó cuatro rondas por debajo de 70 golpes para ganar por uno el que se convertiría en su título número 16 en el European Tour.
Los siguientes meses volverían a pasar con Jon Rahm entreteniendo la espera y ya con el calendario de 2020 comenzado para el circuito, Pablo Larrazábal alcanzaba en Sudáfrica la victoria que le permitía retornar a la senda de los campeones cinco años después de su último título en el tour. Un triunfo que el barcelonés logró tras una complicada semana en la que el calor obligó al circuito a permitir jugar en pantalón corto por primera vez. Para colmo, y para aumentar aún más si cabe la épica de su victoria, Pablo completó la ronda final castigado por las ampollas que sufría en los pies y que apenas le permitían andar.
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