A nadie se le escapa que Jon Rahm quiere parecerse a Severiano Ballesteros. Primero, por que la prensa se ha empeñado en compararle con él desde que su nombre empezó a despuntar en los rankings. Después, por que el propio Jon ha confesado en múltiples ocasiones que nada le agradaría más que seguir los pasos del cántabro. Pasos que pueden convertirse en zancadas si el próximo domingo logra imprimir su nombre junto al de Ballesteros en el palmarés de The Open.
Por lo pronto, Rahm se ha allanado ese camino gracias a los dos Irish Open que figuran en su haber y que le aproximan a los tres logrados por Severiano. Solo faltaría ganar el próximo año, para que además lo lograse con la misma cadencia. Lo que, si tiene asegurado el de Barrika, es que después de su paso por el abierto irlandés y su regreso al top ten mundial, es uno de los grandes favoritos a ganar esta cita.
El histórico del español en la lucha por la Jarra de Clarete se remonta a 2016. En esta primera aparición en The Open, Rahm firma 74-71-73-75 para terminar con +9 y en quincuagésimo novena posición. Un puesto que mejoraría al año siguiente en Royal Birkdale donde firmó una gran primera ronda (69). Después, rondas de 74, 70 y 70 golpes respectivamente le alejarían de la pelea.
Pero sin duda, el primer objetivo de Rahm para esta semana será que no se vuela a repetir el resultado de la pasada edición. El vizcaíno se quedaba fuera el torneo a las primeras de cambio. Aunque todo parecía ir bien con el -3 del primer día, los 78 golpes de su segunda cartulina le mandaron directamente a casa.
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