Por esa razón el RCG de La Herrería se ha hecho merecedor del sello que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente concede a las entidades comprometidas, a través de este registro, en la lucha contra el cambio climático. Es un paso más en favorde la responsabilidad y la sostenibilidad ambiental que marcan la gestión de este club.
El club solicitó la entrada en la sección “Huella de carbono y de compromisos de reducción de emisiones” de este registro hace aproximadamente un año. Para ello, presentó toda la documentación que acredita los diferentes consumos energéticos, o el empleo de fertilizantes o fitosanitarios, de forma que se puede cuantificar la “huella de carbono” del RCG La Herrería, o lo que es lo mismo, la cantidad total de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernaderocausados de forma directa o indirecta por el club.
La solicitud, que incluye un plan de reducción de emisiones, fue aceptada y el club ha recibido la certificación correspondiente por parte del Ministerio de Agicultura, Alimentación y Medio Ambiente. La renovación de este registro –y de esta certificación– se realiza de forma anual, de modo que el club debe presentar al cierre de cada ejercicio la documentación necesaria. El compromiso, por lo tanto, es ir reduciendo esa “huella de carbono” de forma paulatina y, posteriormente, contribuir a compensar esas emisiones.
Así, la certificación del ministerio tiene tres fases: “Calculo” –es la que ahora mismo ha recibido el club; “Reduzco”, que se consigue tras varios años de permanencia en el registro y la comprobación de que esa reducción de emisiones es efectiva, y “Compenso”, cuando la entidad, en este caso el club, pueda demostrar que realiza proyectos activos de absorción de CO2. Un camino que el RCG La Herrería, en virtud de su continuado compromiso con la responsabilidad medioambiental, irá recorriendo en los próximos años.
El RCG La Herrería y el medio ambiente
La Herrería se convirtió, en 2004, en uno de los primeros clubes de España en conseguir las certificaciones ISO 9001 e ISO 14001. Desde ese momento, su trabajo a favor del medio ambiente ha sido constante. El club ha realizado importantes acciones de reforestación en distintas zonas de la finca; ha puesto en marcha las primeras Jornadas de Golf y Medio Ambiente, organizando cuatro ediciones de este evento y ha formado parte del programa Biogolf de la Comunidad de Madrid. Además, mantiene vivos distintos proyectos de anidamiento de aves, o de avistamiento de mamíferos nocturnos, entre otras actividades.
Sobre el registro de huella de carbono
El Registro de huella de carbono nace en el Real Decreto 163/2014, de 14 de marzo y entra en vigor en mayo de 2014. Es un registro de carácter voluntario que tiene el objetivo de fomentar el cálculo y reducción de la huella de carbono por parte de las organizaciones españolas y de promover los proyectos que mejoren la capacidad sumidero de España, constituyéndose, por tanto, en una medida de lucha contra el cambio climático.
El registro se estructura en tres secciones:
- Sección de huella de carbono y de compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
- Sección de proyectos de absorción de dióxido de carbono.
- Sección de compensación de huella de carbono.
Las organizaciones que voluntariamente calculen su huella de carbono y establezcan un plan de reducción pueden inscribirse en la primera sección. Igualmente, si estas organizaciones quieren compensar su huella de carbono, esta compensación podrá llevarse a cabo mediante proyectos de sumideros agroforestales en España, que estarán inscritos en la segunda sección del registro. Por último, la tercera sección dará fe de las compensaciones realizadas, dando el respaldo institucional a las mismas.
Inaugurado en 1966, el Real Club de Golf La Herrería, con un recorrido de 18 hoyos, se asienta en un entorno único (a 800 metros del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial), de gran valor ecológico, propiedad de Patrimonio Nacional. El recorrido, situado al pie del Monte Abantos, ocupa 75 hectáreas, con 18 hoyos que discurren entre un bosque autóctono que constituye uno de los mayores patrimonios naturales de la Comunidad de Madrid. El club es gestionado por Altadis-Imperial Tobacco.