Calvin Peete fue el jugador negro de más éxito en la PGA antes de la llegada de Woods a pesar de haber comenzado a jugar con 24 años y sufrir una lesión en el codo que le impedía estirar su brazo por completo.
Nacido
el 18 de julio de 1943 en Detroit, Calvin Peete pasó su juventud ajeno al mundo
del golf y del deporte y preocupado,
únicamente, por ayudar a ingresar algo de dinero en su familia, algo que, por
cierto, necesitaban con urgencia.
Peete
se pasaba los días recogiendo fríjoles y maíz con lo que consiguió algo de
dinero para financiarse la compra de una modesta camioneta que le servía para
ir de casa en casa vendiendo frutas y verduras a los inmigrantes de la zona.
Hasta
ese momento Peete no se había interesado por el golf hasta que unos amigos le
comentaron que con este deporte se ganaba mucho dinero. En ese momento a Peete
se le encendió una luz y decidió plantearse un reto: hacerse jugador
profesional de golf.
La
primera vez que cogió unos palos de golf tenía 24 años y lo hizo en Rocehster,
en New York. A los seis meses de su primer contacto con este deporte firmaba ya
ochenta golpes y al año ya hacía el par del campo.
Un
mérito increíble, sobro todo teniendo en cuenta que Peete tenía en el brazo
izquierdo un problema físico que le impedía extenderlo por completo. Hacía años
se había caído de un árbol, se había roto el codo y nunca le quedó bien. Pero
eso no le impidió desarrollar un buen swing que casi siempre llevaban sus bolas
a la calle.
Tras
su llegada al golf profesional Peete tardó cuatro años en ganar su primer
torneo. Fue el Greater Milwaukee Open en 1979, sacándole cinco golpes al gran
Lee Treviño, Víctor Regalado y Jim Simons. Aquel año, y gracias a esa victoria,
terminó vigésimo séptimo en la lista de ganancias superando por primera vez los
100.000 dólares.
Tras
esa primera victoria la carrera de Peete fue en ascenso continuo. Ganó 11 veces
más en el PGA Tour, principalmente gracias a su asombrosa precisión desde el
tee.
Peete
lideró ese segmento del juego durante diez años consecutivos en la PGA
consiguiendo en 1984 el prestigioso premio Vardon Trophy al mejor jugador de la
temporada. También jugó dos ediciones de la Copa Ryder, fue incluido en el Hall
of Fame en 2002 y al final de su carrera sumó 3,2 millones de dólares de
ganancias.