Phil Mickelson tiró de ironía tras su tercera vuelta en el US Open de Pinehurst donde no ha encontrado su verdadero camino. Después de otra ronda de 72 golpes acumula un total de +5, lejos de la cabeza.
El estadounidense sin embargo, se lo toma con humor. En la tercera jornada ha reconocido que las banderas estaban muy difíciles, y que iba hoyo a hoyo buscando birdies pero que siempre acababa diciendo "bueno, en el siguiente".
El ganador de cinco Grandes que buscaba el Grand Slam en un Major que se le resiste no ha perdido el sentido del humor. Seis veces ha terminado segundo, la última el año pasado, y al acabar su ronda del sábado ha asegurado que "haciendo pocos putts y con 4 ó 5 abajo el domingo a lo mejor consigo terminar segundo otra vez".