En el hoyo 13 del PGA de Catalunya Miguel Ángel Jiménez embocaba un putt de 25 metros. Estalla la euforia. El Pisha, a sus 50 años, cuarto en el Masters de hace poco más de un mes, se ponía líder con -7. "Era para aplaudirme a mí mismo. Esas cosas se celebran". Y en esa celebración agarró el putt como si de una espada se tratara y se la envainó al cinto. Era el gesto del día que significaba un auténtico rescate a espada de este Open de España que se quedaba sin españoles en la pelea.
Jiménez, sin embargo, pinchó luego en el 15 y en el 18 para acabar con 69 golpes y un total de -5, a dos golpes del líder, el belga Thomas Pieters, que en la tercera ronda ha hecho 71 golpes para mantenerse en la primera posición después de cuatro birdies y tres bogeys. Pieters sentirá esa presión del genial "espadachín" malagueño que avisa que saldrá el domingo pensando cada golpe y al 120 por ciento. "Sería bonito añadir a mi palmarés un Open de España", decía el Pisha, cuyo mejor resultado ha sido un segundo puesto en 1999 en El Prat.
La visión optimista y alegre de Jiménez es un arma poderosa que pretende mostrar el domingo en un oportunidad de victoria. "Mañana ya verás", decía en referencia a ese echar el aliento al líder al que se refería el viernes". Eso y el apoyo de todo el público del PGA de Catalunya, que definitivamente apuesta por Jiménez que no deja de sorprender. Ovacionado hasta extremo el malagueño insiste en que "he sembrado durante 25 años".
A un golpe de Jiménez se han situado otros tres jugadores que también habrá que tener en cuenta. Richard Green y Chris Wood, que han firmado 69 golpes, y richie Ramsay, que con 71 se mantiene al acecho. El top ten lo cierran, con -3 Ross Fisher, que ha firmado 67 golpes y ha subido 29 puestos, Felipe Aguilar y Maximiliam Kiefer, con una vuelta de 69 golpes, Richard Bland y Joost Luiten.
Mientras los 16 españoles restantes no consigue bajar del par, Miguel Ángel Jiménez sale al rescate del Open de España y cabalga hacia una victoria que debrá trabajar en un duelo dominical, una batalla en la que este jugador de 50 años ya está brillando con luz propia en un año mágico para él.