Watson, que ya había firmado una gran vuelta de 64 golpes el sábado, sabía que necesitaba otro buen recorrido para sumar la victoria y el domingo salió a por todas para borrar las malas sensaciones que había tenido en estos dos años en los que tras el Masters no había vuelto a estar en lo más alto del cajón.
Ayer, con siete birdies, cinco de ellos en los nueve primeros hoyos, demostró que sigue teniendo magia en sus manos y que este parentesis de casi dos años ha sido sólo una anécdota sumando así su quinto triunfo a lo largo de su carrera en la PGA.
"Ha sido mi primera victoria desde el Masters de Augusta", dijo Watson. "Uno nunca sabe cuando va a ser su último triunfo.Ganar aquí, en el Northern Trust es muy agradable", aseguraba un Bubba Watson que estaba encantado por poder contar con la presencia de su mujer y su hijo de dos años de edad. "Cuando gané el Masters estaba sólo. Había familiares allí pero no estaba ni mi mujer ni mi hijo, que acababa de nacer y que hoy tiene ya dos años. Nos hemos hecho unas fotos juntos y ha sido muy bonito", dijo.
No tuvo tanta suerte como Watson Dustin Johnson, otro de los grandes favoritos a la victoria, que se quedó a dos golpes de la cabeza y segundo en solitario mientras que Jason Allred y Brian Herman, con -12, terminaron empatados con -12 en tercera posición.
En cuanto al madrileño Gonzalo Fernández Castaño por fin tuvo una buena vuelta en la PGA esta temporada terminando con 69 golpes, ascendiendo 15 posiciones en la clasificación general y terminando trigésimo quinto con -3 después de firmar una tarjeta en la que comenzó con un espectacular eagle en el 1 firmando después tres birdies en el 2, 7 y 9 y tres bogeys en el 8, 12 y 16.