Jimenéz no jugó hoy su mejor golf y con una vuelta de 70 golpes -un bogey y un birdie- solventó la jornada del movimiento que, por cierto estuvo pasada por agua terminando con un total de nueve bajo par y dejándose todo el trabajo para el domingo donde, una vez más, jugará el partido estelar para luchar por lo que sería su vigésima victoria a lo largo desu carrera en el Tour Europeo.
Pero para que eso llegue tendrá que derrotar entre otros al holandés Joost Luiten que hoy, arropado por su público se ha colocado líder del torneo con 10 bajo par después de firmar una tarjeta de 66 golpes con seis bierdies y dos fallos que le otorgan la opción de entrar mañana en la historia y romper una racha negativa que se inició en 1972, fecha en la que se celebró esta primera edició del torneo "orange".
Por detrás del holandés y el español cuentan también para la victoria final hombres como el francés Julien Quesné y el irlandés Damien McGrane, ambos con -8, o los ingleses Oliver Fisher y Simon Dyson, con -7.
Pero la mala noticia la puso hoy el catalán Pablo Larrazábal que tras la buena vuelta de ayer no pudo mantener esa senda positiva. Hoy, con todo en contra, ha firmado una tarjeta de siete sobre par lo que le coloca con -2 a 8 golpes de la cabeza, sin posibilidad de luchar por la victoria y esperando sólo que mañana tenga un buen día para mejorar posiciones.
Álvaro Quirós terminó hoy con 71 golpes y es décimo octavo con -3 mientras que Rafa Cabrera Bello (-2), Eduardo de la Riva (par) y Jorge Campillo -que hoy se desfondó con una tarjeta de 79 golpes- José María Olzábal y Alejandro Cañizares, que acabaron con +3 sólo les queda subir posiciones mañana.