Fue una semana en donde se alternaron buenas y no tan buenas. Tampoco es que hubo mucha acción para tener en cuenta. En el Austrian Alpine Open, el paraguayo Fabrizio Zanotti quedó T-42. Por otra parte, en el Memorial Tournament tuvimos al venezolano Jhonattan Vegas finalizando en un T-44 con sabor a poco. Y esto se ha contrastado con el notable T-8 del mexicano Emilio González en el UNC Health Championship (del Korn Ferry Tour. Queda a un par de puestos de la pelea por las tarjetas completas para la temporada 2026 del PGA Tour, por ahora) y el también gran T-8 que el querido argentino Ricardo González tuvo en el Principal Charity Classic del Champions Tour. Ahora bien, lo que hizo ella tomó otra preponderancia, teniendo en cuenta el torneo del que estamos hablando y teniendo en cuenta el cómo llegó hasta aquí.
El LPGA Riviera Maya Open 2025 marcaba el regreso de la gira a México. Y si bien Lorena Ochoa siempre consigue atraer todas las miradas cuando el mundo del golf va hacia este país, ella tenía que enfrentar esta situación emocional como la jugadora local de mejor presente y como una de las grandes protagonistas para que esto pase. Bueno, lamentablemente no pasó el corte y las sensaciones fueron difíciles de digerir, teniendo en cuenta lo que significaba para ella un buen resultado en este evento. Por lo tanto, se habían diluido las expectativas (pero sin desmerecer su talento y sus capacidades para este tipo de torneos) sobre Gaby López y este U.S. Women’s Open, más allá del deseo porque siempre le vaya bien. Es que necesitaba construir nuevamente confianza: algo tradicional en cada golfista, cuando pasa por situaciones como la descripta. Y vaya que lo consiguió.
No dejó de estar en posiciones de vanguardia. Tal es así que había arrancado el último día a 5 de la punta, a pesar de un doloroso triple bogey en el hoyo 18 (su noveno hoyo de esa tercera jornada. Se lo tomó con humor y supo dejar este momento fácilmente en el olvido). Y sus últimos 18 hoyos fueron bastante trabajados de principio a fin. Sin embargo, Gaby López supo rescatar un interesante T-19 que le permite pensar de otra manera lo que queda de la temporada y dejar atrás los “fantasmas” de su fallida actuación en su tierra natal. Y ya venía tratando de mentalizarse como si esta semana fuera un torneo más, buscando “saber de dónde vienen los pensamientos, entenderlos y aceptar lo bueno y lo malo, con actitud positiva y siendo valiente”. Sus dividendos fueron claros y no debemos dejar de lado que nuestra representante mexicana es de temer cuando empieza a encadenar silenciosamente resultados de este tipo.
“Es un resultado positivo, más allá de que se siente un poquito amargo. Pero era el desafío de esta semana: el mantenerse lo más paciente posible”, nos describe una Gaby López en sus palabras post última ronda (para medios de habla hispana). A su vez, también nos comentaba que no se pudo ajustar muy bien a la velocidad de los greenes del último día (describía que cayó en lugares en donde era difícil hacer 2 putts o embocar esos putts directamente), pero que al fin de cuentas se lleva “buenas sensaciones y puras cosas positivas” de Erin Hills, destacando su juego largo sólido y viendo como “una oportunidad” el hecho de poder seguir mejorando en distintas áreas de su golf.
“Hay que seguir paciente y tocar la puerta hasta que nos cansemos. Sé que algún día esa puerta se va a abrir”. El optimismo no lo pierde nunca. Siempre mira para adelante. Tal es así que, en conclusión, podríamos decir que Gaby López tuvo una ACTUACIÓN QUE RECARGA ENERGÍAS y que no debemos olvidar. Aquí podríamos estar en presencia de una performance que transforme su futuro cercano.
Agradecemos enormemente a la gente de prensa de la USGA, quienes nos cedieron el material publicado.