El U.S. Open, el segundo Major de la temporada, se jugará a puerta cerrada. Una decisión que, según Mike Davis, director ejecutivo de la USGA, llega “después de meses de consultas”.
Davis explicó que su organización ha llegado a un acuerdo con Andrew Cuomo, gobernador del estado de Nueva York, para celebrar la 120 edición del torneo en Mamaroneck, del 17 al 20 de septiembre, pero sin permitir que el público pueda asistir al Winged Foot Club.
El U.S. Open se suma así a la línea abierta por el PGA Championship que se jugará del 6 al 9 de septiembre.