La tercera vuelta del US Open ha vuelto a ser en esencia pura lo que es este torneo tradicionalmente: un verdadero desafío de supervivencia y con los mejores jugadores del mundo a merced de un recorrido como el The Country Club de Brookline.
Bueno, no todos han estado a merced, pues tanto Will Zalatoris como el inglés Matt Fitzpatrick (-4) han desafiado todo tipo de ley, y han dado un verdadero golpe sobre la mesa en esta jornada del movimiento, con vueltas de 67 y 68 respectivamente.
El norteamericano ha sido capaz de terminar los 18 hoyos con un único bogey y cuatro birdies, aunque en el caso de Fitzpatrick, ganador en este mismo campo del US Amateur hace unos años, han sido cinco birdies por tres errores. Un verdadero espectáculo que nadie esperaba, y mucho menos los responsables de la USGA tras haber preparado el campo en condiciones tan complicadas, y sumando el fuerte viento que ha azotado hoy la ciudad de Boston.
Mientras grandes estrellas del golf mundial como Morikawa (77) ó Schauffele (75) se descalabraban en la clasificación, otras se agarraban con uñas y dientes para, pese a entregar tarjetas sobre par, seguir en la lucha por el título, como es el caso de McIlroy (73), el número 1 del mundo Scottie Scheffler (71) ó Jon Rahm (71), que era líder en solitario hasta que un fatídico doble bogey en el hoyo final le relegó a la tercera plaza.
Precisamente, el propio Scheffler ha sido otro de los que ha vivido el cielo y el infierno durante los 18 hoyos de hoy, ya que en sus primera parte del recorrido ha llegado a ser líder en solitario tras un sensacional eagle en el hoyo 8, pero una racha de +5 en cuatro hoyos entre el 11 y el 14 le han alejado de ese puesto de honor.
En el caso de Jon Rahm, su vuelta ha sido también bastante montaña rusa, aunque siempre luchando por sobrevivir, algo que todos hacen en este US Open. Los primeros hoyos del de Barrika han sido complicados, pues no lograba coger tantos greenes como en la parte final del viernes, salvaba varios pares comprometidos y llegaba con +1 al momento de su primer birdie, en el hoyo 7. Cuando parecía que podía generar un buen momento, ya que venía el “sencillo” hoyo 8, par 5, cometía un doloroso bogey para volver sobre par en el día. A partir del 9, cuatro pares cómodos los que sacaba adelante, pero un nuevo error desde el tee en el 13 le costaba otro bogey, al mismo tiempo que parecía desesperarse con los cambios de viento.
Pero Jon Rahm es por muchas cosas el número 2 del mundo, aparte de campeón defensor, y sacó su mejor juego para lograr un parcial de -3 entre los hoyos 14 al 17, con golpes fantásticos y un putter muy caliente, recordando a Torrey Pines 2021.
Pero este campo y este torneo tiene eso de que en cualquiero hoyo puedes pagar peaje, y un error de ejecución desde el bunker de calle en el 18, le complicaba el final de vuelta con un doble bogey y hacía que el jugador español busque repetir victoria este domingo desde el segundo partido, a un golpe del liderato, y no desde el estelar con uno de ventaja. Así es el golf y así es el US Open.
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