Como había anunciado, Rory McIlroy regresa a la competición siete semanas después de su lesión en las costillas. "Había trabajado muy duro y los músculos se endurecieron", reconoce el norirlandés que tuvo que repensar su temporada después de perderse dos pruebas en el desierto, y también su estreno en 2017 en el PGA.
Lo cierto es que McIlroy, que puede conseguir de nuevo el número uno del mundo si gana en México y Dustin Johnson termina tercero, dice sentirse muy cómodo y asegura que "estoy más fuerte que antes de la lesión, que ha sido una bendición". Según él, ha podido descansar y desde el primer momento ha practicado el putt, por lo que asegura que no tiene excusa en el juego corto. Además se siente muy confiado y dice que "no he jugado en siete semanas pero la última vez que lo hice estuvo bien", recordando el segundo puesto en Sudáfrica donde perdió en el tercer hoyo de desempate.
Estas siete semanas han pasado muchas cosas y McIlroy reconoce que ha estado muy atento a las victorias de Justin Thomas, Jordan Spieth, Hideki Matsuyama, Rickie Fowler y Dustin Johnson, que se han subido al trono del golf mundial. Para McIlroy "ha sido duro para mí, aunque son buenos amigos".
Llega su momento en México su regreso tras la lesión y su asalto al número uno. "Siempre es bonito ser el mejor del mundo", dice el norirlandés que vuelve al escenario.