Jon Rahm ha conseguido en el primer mes del año uno de sus objetivos más inmediatos. Quería alcanzar el top 50 mundial y clasificarse para Augusta. Ahora, con su victoria en Torrey Pines todo cambia. "Habrá que replantearse el calendario", aseguraba al acabar.
A dos meses del Masters, el primer Grande de la temporada, Jon Rahm acaba de agenciarse un billete por la vía rápida, y se ha ganado el derecho a participar en la pelea por la Chaqueta Verde, algo que no pudo hacer a pesar de ser el número uno amateur.
Con la tarjeta ganada en seis pruebas el año pasado, ahora sus planteamientos han cambiado. Ya está en el top 50, es sexto en la FedEx Cup, puede jugar los Grandes y ya mira también hacia la Ryder Cup.
Un cambio de vida que le ha supuesto su meteórica progresión en el PGA, muy similar asu ascenso en el propio Farmers Insurance Open, donde empezó en el puesto 71, pasó al puesto 21 en la segunda ronda, subó el décimo tercero en la tercera, y alcanzó el liderato y el triunfo en a cuarta. Una lazandera hacia Augusta y mucho más.