Europa, con la ilusión intacta

La trayectoria de Europa en la Ryder en este siglo XXI es tan abrumadoramente favorable que tan sólo ha cedido una vez en las siete ediciones que sean disputado. El ánimo de revancha de Estados Unidos puede ser un peligro, pero más importante es mantener la llama de la ilusión del equipo europeo.

Darren Clarke tiene un equipo que puede perfectamente alcanzar la cuarta victoria consecutiva. Las dificultades son mayúsculas, con una edición en Estados Unidos y un equipo estadounidense marcado por la necesidad de revancha. Sin embargo, los mayores peligros pueden estar en la propia casa, y viendo el equipo europeo se puede comprobar que el capitán ha querido resolver esas dudas.

Puede parecer extraño que Europa vaya a Hazeltine con seis novatos. Sin embargo, eso puede ser el arma secreta de Clarke. La ilusión por la Ryder debe ser la energía que no aletargue a los europeos después de tres Ryders consecutivas. Las pilas cargadas de Rafa Cabrera Bello, Mathew Fitzpatrick, Thoma Pieters, Andy Sulivan, Chris Wood o Danny Willet serán sin duda una baza importante.

Lógicamente la experiencia es otro valor que hay que cuidar. Lee Westwood y Sergio García se han encargado de esta parte. El inglés con mayor motivo porque va a participar en su décima Ryder, y ha sido llamado por Clarke. Sergio tiene el sitio asegurado y lelga a su octava Ryder. La otra elección del capitán, el alemán Martin Kaymer, artífice del putt de la victoria del milagro de Medinah, será otro talismán en su cuarta Ryder. McIlory, Stenson y Rose, que llegan también a su cuarta participación, amplían la dosis de experiencia necesaria.

En cuanto al nivel de jugadores, es fácil apostar por Europa que viene con el campeón del Masters, Danny Willet, el campeón del Open, Henrik Stenson, el oro olímpico, Justin rose, y el campeón de la FedEx Cup, Rory McIlroy, que asaltó el trono preparado para Dustin Johnson.

Muchas ventajas que deberían ser suficientes para mantener la Ryder ante un equipo estadounidense valioso pero que puede pecar de ansiedad. Europa sólo tiene que jugar al golf con la ilusión intacta.