American Power en Troon

La primera jornada del Open Championship ha visto como en los primeros 18 hoyos de Royal Troon el golf norteamericano ha ejercido un dominio casi aplastante con la guinda de los ocho bajo par de un Phil Mickelson que, para ser sinceros, no había jugado así en toda la temporada.

El estadounidense, que había disputado el Open de Escocia una semana antes como preparación para este tercer Major del año, no había jugado bien durante los tres primeros días de la previa del Open, pero en la cuarta y última jornada las cosas le salieron muy bien y terminó con una vuelta de 66 golpes que ya hacían prever que en Troon le podían salir las cosas.

Mickelson es un jugador global y que en Europa o en torneos valederos para el Tour Europeo ha ganado nueve citas e incluso en su palmarés puede presumir de tener un torneo del Challenge Tour, el que ganó en 1993 en París, el Turnoi Perrier.

Lo de ayer de Mickelson es la demostración de que sigue siendo uno de los mejores del mundo y que si está afinado sus resultados pueden ser de escándalo. Lo difícil viene ahora al tener que mantener esa línea y ese juego perfecto que demostró ayer. Veremos si lo consigue.

Y con él su cohorte de compatriotas que tras los primeros 18 hoyos coparon una clasificación en donde las barras y estrellas dominaron el lederboard. Jugadores como Patrick Reed, Justin Thomas, Steve Stricker, Billy Horschel, Zach Johnson, Keegan Bradley o incluso Bill Haas han dejado claras las opciones estadounidenses en este torneo en donde el último ganador estadounidense fue el propio Mickelson, cuando ganó en 2013.

En 2009 Stwart Cink también logró la victoria tras derrotar en el Play-off a Tom Watson, en aquel histórico desempate en el que Watson con 59 años a punto estuvo de convertirse en el jugador con más edad en ganar este torneo en una semana inolvidable.

Una década, la de 2000, dominada en el Open precisamente por los estadounidenses donde Woods ganó tres ediciones -2000, 2005 y 2006- David Duval en 2001, Ben Curtis en 2003 y Tod Hamilton en 2004.

Veremos qué pasa esta semana y si el golf norteamericano que tiene como gran objetivo este año ganar la Ryder Cup en casa logra empezar a asustar a Europa en esta plaza fuerte como es el Open Championship.