Hasta ayer mismo, el récord del campo del Quaill Hollow Club donde se disputa el Wells fargo Championship era de 62 golpes y ayer, con un vueltón de 61 impactos, 11 bajo par y 11 birdies y ningún error, el norirlandés y número uno del mundo, se hizo con la marca y de paso con el liderato en el torneo después de ascender 18 posiciones y colocarse como primer clasificado en solitario sacándole tres golpes de ventaja a su más inmediato perseguidor, el estadounidense Webb Simpson que tras el recital del europeo no pudo mantener el liderato y se tendrá que conformar, de momento, con esa segunda posición de cara a la cuarta y última jornada.
Y es que McIlroy jugó su mejor golf de la temporada y seguramente de sus últimos años con una vuelta de 61 impactos en la que firmó cinco birdies en los nueve primeros con pares a los hoyos 1,2,4 y 6 y seis birdies más en los nueve segundos con cinco de ellos consecutivos, del 12 al 16 y sólo tres pares en el 11, en el 17 y el 18 para unos 30 golpes realmente espectaculares.
Es cierto que no pudo batir el récord de 59 golpes pero esa marca que entre otros tiene Jim Furyck no tardará en tenerla entre sus mejores recorridos si vuelve a jugar como lo ha hecho hoy. Una vuelta que podría darle su undécima victoria en la PGA, asentarle aún más en el numero uno del mundo y acercarle hasta el primer puesto de la FedEx Cup en la que terminaría tras este torneo si finalmente lo gana en tercera posición.
Tras McIlroy, claro favorito tras esta tercera vuelta al triunfo se encuentran, además de Webb Simpson, Robert Streb, tercero en solitario con -11 y con -10, en cuarta posición compartida Brendan Steele Patrick Rodgers, aunque da la sensación de que ninguno de ellos podrá ya luchar por la victoria tras la demostración del norirlandés.
Como ellos, descolgados ya de la victoria, se sitúan un grupo de tres jugadores con -9, Will McKenzie, Justin Thomas y Carlos Ortíz y otro con ocho bajo par formado por cuatro jugadores, Jim Herman, Boo Weekley, Chad Campbell y Scott Brown.
Un peldaño más abajo terminó un Phil Mickelson que estropeo el trabajo de todo el día en una no muy buena segunda parte de su tarjeta terminando en el hoyo 18 con un triple bogey que le alejan de cualquier lucha por la victoria aunque el domingo tendrá una nueva oportunidad para mejorar en la clasificación.