El descanso navideño le ha venido muy bien a Rory McIlroy, que en el desierto mira al horizonte y contempla, de un vistazo, su año 2015 que puede ser incluso mejor que el pasado 2014. El número uno reconoce que siempre viene al desierto para ponerse los objetivos de cada año, y se apunta sus metas que luego podrá comprobar si ha logrado.
El norirlandés asegura que acabar 2014 viendo lo que ha logrado le ha motivado mucho, y no es para menos. Los dos Majors conseguidos, el Open y el PGA Championship, y la subida a lo más alto del Ránking Mundial así como la victoria en la Ryder, son metas difíciles de repetir. Ahora vuelve a anotar sus propósitos pero no quiere de momento revelarlos. Acude a Abu Dhabi para empezar 2015, un escenario donde ha actuado ya en siete ocasiones, con tres segundos puestos, en 2014, 2012 y 2011, y un tercero en 2010, así como un quinto y un undécimo puesto en 2009 y 2008 respectivamente. Sólo en 2013, año negro para McIlroy, no logró pasar el corte.
"Reflexionar sobre el 2014 estos días me ha servido de impulso para que 2015 sea también un buen año. Mi objetivo es sentirme bien", asegura Rory McIlroy, que aprovecha el desierto para hacer un examen de conciencia de lo vivido el pasado ejercicio y aspirar a un 2015 lleno de buenos resultados. En su mirada, seguro, estará el Masters de Augusta, una de sus asignaturas pendientes, y comenzar con victoria en Abu Dhabi le puede servir de más motivación.
En su octava aparición en esta prueba es consciente de que centra la atención. "Es momento de dejar de pensar en el descanso, mirar hacia delante y avanzar hacia las metas que me he propuesto", unos propósitos que marcarán el ritmo de un 2015 que arranca en el desierto.
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