Sin duda, han sido los grandes triunfadores de una temporada en la que Tiger ha ganado cinco torneos en la PGA pero, un año más, no ha sumado ningún Major. Si lo hicieron Mickelson, Scott, Dufner y Rose que vivieron en 2013 una de las mejores temporadas de sus vidas.
El primero en sumar un major en sus alforjas en este 2013 fue un Adam Scott que ya estaba avisando hacía bastante tiempo. En la última edición del Open Championship, la que ganó Ernie Els, Scott tenía ganada la Jarra de Clarete pero al final -quizá por la presión o los nervios- no consiguió una victoria que parecía que le meteria en el ya lejano 2012 en el Olimpo de los jugadores.
Pero fue en 2013, en el mes de abril, cuando logró su sueño de conseguir un Major y aunque no fue en el Open Championship si que lo logró en el Masters de Augusta derrotando a un Ángel Cabrera que a punto estuvo de lograr su segunda Chaqueta Verde cayendo en un emocionantísimo Pla-off frente al que, a la postre, sería uno de los grandes jugadores de la temporada.
En el mes de junio, unas semanas antes de que comenzará el Open Championship, se disputó en el difícilísimo Club de Golf de Merio un Us Open que pasará al recuierdo por exigir a los golfistas una precisión exagerada para poder lograr el triunfo. Al final del torneo ningún jugador logró terminar bajo el par del campo y el mejor de todos ellos, el inglés Justín Rose termianó con uno sobre par sacando dos golpes de ventaja a sus más inmediatos seguidores, el australiano Jason day -que este año terminó siendo campeón del mundo junto a Adam Scott- y Phil Mickelson que se quedó también a dos golpes de lograr un triunfo en un Major que lograría pocas semanas después.
En julio Mickelson llegaba al Open Championship de Muirfield en un gran estado de forma y ganando una semana antes del Open el Abierto de Escocia. Un triunfo que le abrió la puerta para conseguir un Open que volvió a colocarle en los primeros puestos del Ranking Mundial agrandando aún más una figura del que ya es una de los grandes del golf mundial.
El último Major de la temporada se jugó en Oak Hill y allí una figura emergente como Jason Dufner logró su victoria más importante dejando muestras de calidad en una segunda ronda donde prácticamente definió el título firmando 63 golpes que a la postre fueron definitivos para lograr su primer Major de su carrera y colocarle en la creme de la creme del golf mundial.