Sergio García terminó hoy con una vuelta de 73 golpes, dos por encima del par del campo, y con -17 acabó cuarto en un torneo que hace apenas 24 horas parecía que tenía en el bolsillo. Sergio tuvo, simplemente, un mal día en la oficina y no pudo culminar este lunes el buen trabajo realizado durante toda la semana. Lo del amarillo quizá es sólo una anécdota pero ya lo decía el gran Luis Aragonés, ex seleccionador español de fútbol: "El amarillo es sólo para Brasil".
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Después de los 14 primeros hoyos de la última jornada Sergio sólo había firmado un birdie, en el hoyo 5, y cinco bogeys que terminaron de sentenciar sus posibilidades de ganar el Deutsche Bank y ascender hasta la tercera posición de una Fedex Cup en la que ahora llegará dentro de dos semanas al BMW Championship, con los 70 mejores de la PGA y buscando entrar entre los 30 que disputarán el Tours Chmpionship del 19 al 22 de septiembre.
Tras el Deustche Bank, Sergio asciende hasta la vigésimo cuarta desde la quincoagésimo quinta plaza en la que estaba. Buenas sensaciones pero con un mal sabor de boca tras los tres espectaculares días y el mal día en la oficina que ha tenido hoy en donde sus putts no han funcionado. Lo que entró el viernes, el sábado y el domingo hoy no quisó entrar aunque la sensación es que el de Borriol está jugando a un gran nivel.
Tras esos primeros 14 hoyos Sergio encaraba los cuatro últimos con la intención de seguir mejorando posiciones ya que la victoria estaba imposible con un Henrik Stenson que ha sumado una de las victorias más importantes de su carrera que, además, le dejan como número uno de la FedEx Cup y como principal favorito a seguir su buena temporada y, por qué no, a soñar con ser el primer europeo en ganar la FedEx Cup.
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